En su empeño de negarse a ver la realidad y seguir la táctica del avestruz de que lo que no ves no puede comerte, táctica que ha proporcionado suculentos almuerzos a muchos leones, la comisión organizadora de la edición de este año de la Feria del Libro de Madrid ha decidido prohibir expresamente la presencia de los libros electrónicos en la misma.
Esta decisión ha desatado la polémica y ha alcanzado bastante difusión tanto en internet como incluso en televisión, donde se han podido ver alusiones al respecto en CNN+ ó TVE.
Concretamente, este es el párrafo del reglamento donde se hace mención expresa a los e-books:
Artículo 6: Sujetos excluídos:
1. Excluídos, no podrán participar en la feria:
(IV) Los libreros, editores, distribuidores y servicios de publicaciones de organismos oficiales e instituciones públicas que se dediquen principalmente a la venta, edición y distribución, respectivamente, de libros electrónicos o de libros que se publiquen por Internet o mediante cualquier otro soporte distinto de la tradicional edición impresa.
Al parecer hay quien está decidido a hundirse con su barco antes que recurrir a los botes salvavidas.
2 comentarios:
En cuanto sea un negocio, ya caerán del burro y se percatarán de su error.
Aunque no tenga nada que ver con esta entrada, quería comunicar a Mari Pau que espero verla el sábado en Agost pues toca la Orquesta Montecarlo, con el majísimo Eduard Forés.
¿Y no será una táctica comercial encubierta? Porque está sobradamente demostrado que nada despierta tanto interés como lo que está prohibido desde instancias institucionales. Por mi parte, me confieso tradicionalista, en el sentido de que prefiero la edición impresa, aunque no niego que el soporte electrónico pueda tener su utilidad. Por ejemplo, sería genial para los estudiantes universitarios, para llevar ahí sus apuntes y fotocopias sin tener que cargar con carpetas mastodónticas. ¡Uy, si me olvidaba que no se pueden hacer fotocopias! Perdón señora menistra, perdón.
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