El domingo tuvo lugar en la Casa de Cultura de Agost la exhibición del curso de baile de personas mayores al que asiste mi hermana (en las fotos, a la izquierda). Sin cegarme la pasión, fue la que mejor lo hizo. También es verdad que es la más joven, por edad aún no le corresponde estar entre las jubiladas, pero puede acceder al curso por ser pensionista de viudedad.
Algunas de sus compañeras son alumnas mías también. Es envidiable la energía y la ilusión que muestran no sólo por bailar sino también por prepararse los distintos modelitos que lucieron, adaptados a cada coreografía, desde baile latino a oriental, tangos y sevillanas.
Toda la familia estaba allí para apoyar a mi hermana, incluida mi madre que por sus problemas en las rodillas apenas sale de casa, y por supuesto la pequeña Luna. Creo que no se enteró mucho de que bailó su abuelita pero se hinchó a aplaudir y gritar “bieeen”, que es de las pocas cosas que se le entienden a la criatura. Su madre la llevaba monísima con esos dos pirris (así los llamamos aquí) en el pelo como se ven en la foto.
1 comentario:
Felicitaciones a la joven abuela por ella y por su nieta.
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