Dos días después de la comida de las Amas de Casa, nos reunimos unas cuantas compañeras de trabajo para celebrar el Día de la Mujer. Me hacía ilusión porque los dos años anteriores no pude ir debido a que me coincidió con la de las Amas.
Gran parte de la conversación giró en torno a la crisis del coronavirus. Dentro de la gravedad, no llegamos a imaginar que al día siguiente todo se precipitaría.
Aparte de esto, comimos a gusto por el menú y por la compañía. A saber cuándo volveremos a tener la libertad y la tranquilidad de juntarnos de nuevo.
1 comentario:
Bueno, Conchi, por lo menos tuviste la enorme suerte de poder estar en agradable compañía antes de que se desatase el fin de los días. Como ya habrás podido leer en mis crónicas de la cuarentena, me temo que yo fui menos afortunada.
Aprovecho este comentario para enviar un cariñoso saludo a las Guapetonas y a las Amas de Casa de Agost, grupos marchosos donde los haya. Espero que estéis todos bien en vuestras casas.
Besos desde Cantabria.
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