La llave 104

Sinopsis:
“La llave 104” es un lúcido retrato de la crisis y una denuncia a la corrupción situada en medio del drama de dos mujeres cuyas vidas quedan entrelazadas por el azar. Virgina Rives es una mujer joven, atractiva y con una ambición desmedida, capaz de cualquier cosa con tal de huir de su pasado y reinventarse a sí misma.Un buen día, aparece en Beniaverd, un pueblo de la costa levantina marcado por la corrupción, y el mundo de la política le abre sus puertas. Virgina pronto descubre que la ambición es un sentimiento difícil de controlar y que en política los planes nunca salen como una espera, especialmente cuando los intereses los marcan el dinero y el poder.Las respuestas a casi todas las preguntas están a salvo tras las cerraduras que abre la llave 104... O tal vez no. 

En el libro de Javier Cercas, Terra Alta, el último premio Planeta, el protagonista sostiene que la mejor novela es la del siglo XIX. Una vez leídas las de dicho período, tiene que recurrir a la bibliotecaria a que le recomiende novelas del siglo XX que parezcan escritas en el anterior.
En esta que me ocupa, he encontrado una novela del siglo XXI que parece decimonónica, de aquellas que contienen un amplio abanico de emociones humanas y se recrea en las más abyectas. De tan realista que es se la podría tildar asimismo de naturalista, por el muestrario de bajas pasiones. La cuestión es que no trascurre en los bajos fondos de París, por ejemplo, sino en mi tierra levantina de hace una década, cuando la cultura del pelotazo (puedo entender el último término; el primero está fuera de lugar) dejó a tantos españoles en el paro por culpa de la burbuja inmobiliaria de la que se enriquecieron muchos sinvergüenzas, políticos y constructores. Como contraste de este supuesto Edén, la España profunda y casi despoblada, embrutecida a veces por la miseria. La maldad humana como tema subyacente: ¿se adquiere de nacimiento o por las circunstancias vitales?

Compré el libro a la autora, Paz Castelló, de quien ya reseñé El crimen del 9 y Dieciocho meses y un día, tuvo la amabilidad de enviármelo dedicado. Me pienso abonar a sus futuros trabajos porque escribe con talento y eficacia. Lo que sí le pediría es que agrande la tipografía, que a los que superamos el medio siglo nos cuesta leer la letra pequeña.