Sinopsis:
Cuando una familia aparentemente perfecta y feliz es asesinada por alguien que conocen y en quien confían, aparecen grietas en la superficie de una comunidad supuestamente idílica.
Me habréis leído muchas veces loar las series británicas. Me temo que esta no es de las que más me han gustado. Lo que es una pena, porque tenía todas las papeletas para ser de las buenas.
Para empezar, la presencia inquietante de David Tennant, un actor genial para la comedia, como en Buenos presagios, a la par que aterrador, como en Jessica Jones. Esta última faceta es la que se potencia aquí: se le presenta como principal sospechoso de la muerte de su mujer e hijas. No puede ser tan obvio, es lo que una piensa a priori.
No es solo por la previsibilidad, es que las subtramas no aportan nada a la historia, que acaba por resultar confusa. Menos mal que cuatro episodios no son muchos.
Lo más curioso es que, buscando una foto para ir ilustrar esta entrada, he leído críticas profesionales excelentes de la serie. No sé por qué no he podido conectar con ella.
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