Sinopsis:
Si hay algo peor que una pesadilla es que esa pesadilla se repita. Y entre nuestros peores sueños, los de todos, pocos producen más angustia que un niño desaparezca sin dejar rastro. Eso es precisamente lo que ocurre al principio de esta novela: en un centro comercial, en medio del bullicio de una tarde de compras, un depredador acecha, eligiendo la presa que está a punto de arrebatar. Esas pocas líneas, esos minutos de espera, serán los últimos instantes de paz para los protagonistas de una historia a la que los calificativos comunes, «trepidante», «imposible de soltar», «sorprendente», le quedan cortos, muy cortos.
Siendo Carme Chaparro, la autora, una periodista de prestigio y popular por haber estado al frente de informativos televisivos, la repercusión mediática de este libro me llegó en cuanto se publicó, con la ayuda, además, de haber ganado el premio Primavera de Novela en 2017.
En un programa de Los seriotes de AXN, Juan Gómez-Jurado y Arturo González-Campos conversan con la escritora sobre psicópatas en general y sobre la novela en particular, y ahí es donde me volvió a picar el gusanillo de leerla, de modo que la solicité en la biblioteca.
Por desgracia, el tema principal, la desaparición de unos niños, ha coincidido con la crónica negra del asesinato de dos niñas a mano de su padre por hacer daño a la madre separada. Me ha sido inevitable conectar ambos casos en principio, aunque, conforme avanzaba la lectura, me daba cuenta de que no tenían nada que ver.
A la investigación policial, aquí se une la crítica merecida a los medios de comunicación que tiñen de amarillo sensacionalista casos como estos.
Del brutal giro argumental del final no comento nada para no destripar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario