Halston

 

Sinopsis:

Miniserie inspirada en el famoso diseñador de moda y socialité norteamericano Roy Halston Frowick, más conocido como Halston, icono de la moda que ayudó a definir el estilo de los años 70. La serie narra cómo convirtió su nombre inventado en un emporio mundial sinónimo de lujo, sexo, estatus y fama, definiendo literalmente su época -el Nueva York de los años 70 y 80- hasta que una OPA hostil le obligó a luchar por su bien más preciado: Halston.

Admito que no tenía la menor idea de quién es el Halston en torno al cual gira esta miniserie de Netflix, para que veáis hasta qué punto llega mi ignorancia en cuestiones de alta costura.

Si me puse a ver la serie fue por la confianza que me supone la producción de Ryan Murphy. Su nombre suele ser aval de entretenimiento de calidad, además de un punto gay. Aquí no dirige, solo produce, pero su marchamo está presente en todo, desde la construcción de los personajes, tan ambivalentes y  reales, hasta la decoración tan cuidada, por no hablar del vestuario, tan esencial al tratar de un diseñador de moda.

La serie no es el colmo de la originalidad al relatar el auge y la caída del tal Halston, cuyo talento era comparable al de su ego. Su éxito lo hizo más egocéntrico e insufrible, lo que se agravó con su dependencia del alcohol y de la cocaína. Formó parte de la leyenda del Studio 54 y se codeó con estrellas de la época como Liz Taylor y Liza Minnelli. Con esta última se entrevistó Ewan McGregor, que lo encarna con maestría, para que le diera detalles de su amigo íntimo.

Lo que me extraña es que, al final, cuando los títulos explican cómo terminan los personajes, no aparezcan fotos reales de ellos, recurso habitual en películas o series biográficas.