Sinopsis:
Johnny Klein es una víctima del rock, una estrella del pop de los ochenta venida a menos. Lo ha perdido todo: su familia, su dinero y su fama. Cuando un viejo conocido de la industria musical se ofrece a echarle un cable, Johnny acepta sin pensárselo dos veces…
Arrastrado al oscuro submundo del East End londinense, Johnny descubre que su ego destrozado no es lo único que corre riesgo. Por mucho que le cueste reconocer que ya no pinta nada, en estos momentos preferiría desaparecer del todo. Puede que la fiesta haya llegado a su fin, pero no hay modo de escapar del pasado…
No recuerdo cómo me llegó la existencia de este libro, la verdad, pero me alegro.
Cuando vi que el nombre del autor era Martin Kemp, hube de asegurarme de que era el mismo que conocía: el componente más mono de Spandau Ballet, una de mis bandas favoritas de los ochenta, aunque yo prefería a Tony Hadley, el cantante.
Por curiosidad, inicié la lectura. No me sorprendió el argumento, que aborda el clásico sexo, drogas y rock and roll, este caso en una estrella ochentera fracasada. Confiesa el autor en el prólogo que hay mucho de él en el protagonista pero también de estrellas del rock que conoce, "de Townsend a Bowie, en Jagger a Iggy, los chavales Quo o los chicos de Queen".
Sí me sorprendió, en cambio, la soltura narrativa con la que combina acción, intriga y costumbrismo. No sé a qué está esperando Guy Richie a llevarla al cine.