El cumpleaños de mi amiga Rosa tuvo lugar el 21 de diciembre. Con la proximidad de las fiestas, nos invitó a comer a comer dos días antes. Un requisito fue ir vestidas o ataviadas con motivos navideños y ya nos veis que cumplimos. He de constatar que mis accesorios fueron un regalo de la propia Rosa que me trajo de Madrid, a donde tendríamos que haber ido juntas. Ya sabéis que me perdí la escapada por mi enfermedad. Por si no fuera poco síntoma de generosidad ese regalo y la invitación a comer, además nos obsequió a todas las amigas con un maravilloso muñeco de nieve confeccionado por ella misma que ha sido mi principal adorno de Navidad en casa. Nosotras le regalamos un bolso y un poncho.
Huelga decir que nos lo pasamos estupendamente, para lo que no necesitamos demasiado. Berreamos más que cantamos unos cuantos villancicos. Además de lo delicioso de la comida en el bar Rosa’s, disfrutamos de unos riquísimos postres elaborados por tres de las guapetonas. Mi modesta contribución fue un colgante/llavero de un emoji para recordarnos que el fenómeno de las guapetonas se retomó gracias al WhatsApp. Qué poco necesitamos para pasarlo bien, prueba de la amistad que nos une
1 comentario:
Go Guapetonas, go!! Seguid así de marchosas y estupendas. Un beso para todas.
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