viernes, 30 de diciembre de 2016

Rogue One: una historia de Star Wars





Sinopsis:
El Imperio Galáctico ha terminado de construir el arma más poderosa de todas, la Estrella de la muerte, pero un grupo de rebeldes decide realizar una misión de muy alto riesgo: robar los planos de dicha estación antes de que entre en operaciones, mientras se enfrentan también al poderoso Lord Sith conocido como Darth Vader, discípulo del despiadado Emperador Palpatine. Film ambientado entre los episodios III y IV de Star Wars.

En todo este tiempo que he tenido el blog abandonado, he visto, leído y vivido unas cuantas cosas de las que quería dejar constancia antes de que acabase el año. Dudo que me dé tiempo a todo pero la parte que pueda irá por orden cronológico.

Así, el viernes 17 no faltamos al cine para ver Rogue One: una historia de Star Wars.  Lamento no compartir el entusiasmo de la mayoría de seguidores de la saga, la verdad es que hubo momentos en que me aburrí soberanamente. Para empezar, la oscuridad que predomina incluso me pareció un defecto de la cinta al principio. Me costó mucho identificarme con esos personajes, a cuya pareja protagonista los veo carentes de química, por muy bien que me caiga Diego Luna. Mads Mikkelsen está muy desaprovechado. Lo que me pareció un puntazo fue la recreación de Peter Cushing, mi primer Sherlock. Junto a él, fueron los referentes a las películas que conocemos los que más me llegaron al corazón. Me temo que me pesa demasiado la nostalgia. Quizá por eso no me disgustó tanto la denostada El despertar de la fuerza y la de ahora no ha logrado conectar conmigo. También tiene que ver que me están contando una historia que ya conozco, con lo que el factor sorpresa está completamente perdido: ya se sabe cuál será el final de los personajes que no aparecen en Una nueva esperanza.

Me sabe mal no haber disfrutado de ella. Quizá cambie de opinión en otro visionado, quién sabe.




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