Sinopsis:
Jackson Maine es una estrella
consagrada de la música que una noche conoce y se enamora de Ally,
una joven artista que lucha por salir adelante en el mundo del espectáculo.
Justo cuando Ally está a punto de abandonar su sueño de convertirse en
cantante, Jack decide ayudarla en su carrera hacia la fama. Pero el camino será
más duro de lo que imagina.
Tenía ganas de ver la versión de Bradley Cooper de Ha nacido una estrella, y eso que el actor/director había perdido
parte de la estima que le profesaba. Manías mías. La ha recuperado con creces
porque la película es un buen trabajo en ambas facetas. Compone un creíble
retrato de la estrella del rock con tanto talento como inseguridad por
problemas de salud y de adicciones. Sorprende el contrapunto eficaz y emotivo
de Lady Gaga, a quien no creía capaz de darle la réplica tan sólidamente en su
transición de desconocida aficionada a la música a figura puntera aunque haya
que sacrificar autenticidad por comercialidad.
Por supuesto, en su día vi la
versión de Kris Kristofferson y Barbra Streisand pero no la recuerdo como para
poder comparar, lo que es mejor así.
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