Sinopsis:
En 1938, la ciudad de Los Ángeles estaba profundamente influida por la tensión social y por las costumbres tradicionales méxico-americanas. Basándose en el conflicto entre personajes allegados a la Santa Muerte y a otros aliados con el Demonio, esta nueva versión de la serie combina aspectos sobrenaturales con otros basados en las circunstancias reales que se daban en aquella época.
Esta serie es un spin-off de otra que empecé a ver y me dejé al segundo episodio porque tenía una atmósfera malsana de película de terror que no me apetecía nada. A su favor, los primeros capítulos de ambas están dirigidos por el español Paco Cabezas, que ya parece afincado en Hollywood.
Con el precedente de la otra, no sé por qué comencé el visionado de esta, supongo que la abundancia de tiempo libre del confinamiento tuvo algo que ver.
No me pareció tan desagradable como la original: además, me gustó la recreación de los años 30 en la ciudad de Los Ángeles, con la incipiente expansión de la industria cinematográfica, el auge del nazismo fuera de Europa, las corrientes religiosas esotéricas, la creciente presencia latina en la sociedad estadounidense y el racismo que comportaba. Qué poco ha cambiado en casi un siglo.
La ambientación está lograda, sobre todo con el colorido apasionado del mundo hispano. Como representante principal,el protagonista, el primer policía de origen mexicano en la ciudad, interpretado por el guapo costarricense Daniel Zovatto.
La serie entretiene, pero no sé si lo suficiente como para apuntarme a una segunda temporada si la hay.
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