Sinopsis:
Payton sabe desde niño que un día será presidente. Pero, primero, deberá sortear el panorama político más traicionero de todos: la escuela.
Empecé a ver esta serie por el reclamo de su creador, Ryan Murphy, del que he visto buena parte de su trabajo.
Como una de sus características, la vida de los jóvenes estadounidenses en sus Institutos, que ya son más conocidos que los españoles. En lo que sí se diferencian muchísimo es que los estudiantes patrios no muestran tanto interés por la política como los protagonistas de esta serie. También es verdad que la mayoría de sus compañeros de curso pasan del tema y votan por las razones más peregrinas. Como aquí.
Me cuesta entender la pasión que demuestra el protagonista que da título a la serie, una especie de Berto Romero en joven, por la política, por ser presidente de los estudiantes en la primera temporada o como senador estatal en la segunda. A mí no me compensaría la sucesión de traiciones, fracasos, puñaladas por la espalda, chantajes, amenazas y lindezas por el estilo que conlleva la política. Por eso no me dedico a ella. Se puede argüir que se trata de ficción y que está distorsionada con fines dramáticos, pero quizás la realidad no sea tan distinta.
Me ha encantado volver a ver a la carismática y graciosa Bette Midler en la segunda temporada y su defensa de la sexualidad de las mujeres de cierta edad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario