Diciembre es el mes en el que se celebra la Ceremonia anual, en la que los Doce reciben sus determinadas funciones por el Comité de Ancianos. Pero Jonás, un niño que cumple doce años, ha sido elegido para algo muy especial. Cuando su selección le lleva ante el más honorable de los ancianos -el Dador-, Jonás comienza a darse cuenta de los secretos que subyacen bajo la frágil perfección de su mundo.
El otro día me topé con una web que tenía en VOSE, The giver, titulada en español (no sé si para aquí o solo Latinoamérica) El dador de recuerdos, basada en una novela que ya comenté aquí en 2010. ¿Que cómo me acuerdo? El blog es parte de mi memoria.
La película presenta una sociedad futura asentada en la monotonía y la ausencia de dolor o grandes emociones, carente de libre albedrío por mor de erradicar desigualdades, violencia, enfermedades y cualquier sufrimiento, incluso los causados por el amor. Han alcanzado ese estado gracias a la eliminación de todos los recuerdos de la Humanidad, que, por si acaso, siguen custodiados por la figura del Dador, interpretado por Jeff Bridges, que ha de transmitirlos al joven protagonista a quien se le abrirán los ojos de tal forma al conocer la farsa en la que ha estado basada su vida que, además de pasar de ver el mundo en blanco y negro a hacerlo en color, deberá decidir si revela el gran secreto al resto de la gente. A la dirigente de esta sociedad le da vida otro peso pesado de la industria: Meryl Streep.
Si por el mero hecho de haber leído esta distopía juvenil ya me apetecía ver la película, añádasele que sale Alexander Skarsgård en un papel secundario como padre del adolescente protagonista. ¡Qué guapo está, por Odín! Me acuerdo poco del libro, a qué negarlo, pero me pareció bien adaptado. ¿A que es maravilloso ver una peli que no se ha estrenado en España y encima con buena calidad de imagen? Pirata, sí, y a mucha honra.
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