sábado, 31 de diciembre de 2016

Debbie Reynolds, ni un día sin su hija



Que acabe ya 2016, por favor...


Ni un día aguantó sin su hija. La actriz Debbie Reynolds, famosa por su papel en Cantando bajo la lluvia (1952), falleció ayer en Los Ángeles a los 84 años, un día después de la muerte de su hija Carrie Fisher, la princesa Leia de Star Wars. «Quería estar con Carrie», señaló a Variety Todd Fisher, el hijo de la actriz, cuya muerte se debió a un derrame cerebral, según informó el medio especializado en noticias de famosos TMZ.

Debbie Reynolds fue hospitalizada ayer de emergencia hacia las 13.00 hora local cuando se encontraba en el domicilio de su hijo Todd en Beverly Hills (Los Ángeles) organizando los preparativos del funeral de su hija Carrie, que murió el martes a los 60 años debido al ataque al corazón que tuvo en un avión la semana pasada.

Nacida el 1 de abril de 1932 en El Paso (Texas), Reynolds destacó como intérprete en los años 50 y 60, sobre todo en películas musicales como la emblemática Cantando bajo la lluvia (1952), que protagonizó junto a Gene Kelly y Donald O'Connor. Su nombre y apellidos figuran en los créditos de otras cintas como I Love Melvin (1953), The Tender Trap (1955), How The West Was Won (1962) o The Unsinkable Molly Brown (1964), por la cual fue nominada al Óscar a la mejor actriz.

Posteriormente su carrera pasaría por Broadway, con trabajos en obras como Irene, aunque continuaría teniendo presencia en Hollywood al dejar su huella en Mother (1996), In & Out (1997) o Behind the Candelabra (2013), su último trabajo.

http://www.diarioinformacion.com/cultura/2016/12/30/debbie-reynolds-dia-hija/1844185.html

Si ella nos daba los buenos días, junto a Gene Kelly y Donald O'Connor, aprovecho para desearos lo mejor en el 2017.


1 comentario:

carolina dijo...

Descansen en paz ambas. Es curioso como, a raíz de lo que se desprende en la autobiografía de Carrie "Postales desde el filo", madre e hija tuvieron durante muchos años una relación muy tensa y sin embargo, cuando se reconciliaron fue de todo corazón. O eso parece.