Sinopsis:
La desaparición de Linnea, una niña de cuatro años,
de una granja en las afueras de Fjällbacka, despierta trágicos recuerdos.
A través de tres líneas temporales, —el presente,
un caso sin resolver de hace treinta años, y el relato del siglo XVII —, y
cuatro tramas conectadas entre ellas, Camilla ha conseguido componer su novela
más ambiciosa hasta la fecha y que si comienzas a leer no podrás parar hasta el
final.
Las casi 700 páginas de la última
entrega de los crímenes de Fjällbacka de Camilla Läckberg no se me han hecho
pesadas en absoluto ni me ha dado la impresión de que contuviera relleno, algo
demasiado común, me temo.
La autora alterna la narración en tres épocas distintas, la primera relacionada con la persecución de brujas en el siglo XVII, la segunda a finales del siglo XX y la tercera en la actualidad. La conexión de la más antigua con las otras dos carece de la consistencia necesaria, pero no le falta interés. Es la contemporánea la de mayor enjundia, no solo por el misterio de quién cometió tan horrendo crimen, sino porque la autora nos muestra que la sociedad sueca no es tan idílica como nos figuramos, con temas secundarios como la acogida de los refugiados sirios y el auge de la extrema derecha, o el acoso de adolescentes y el uso de las redes sociales para denigrarlos y a veces convertirlos en asesinos en potencia. Resistiendo a todo ello, Erika, la protagonista, y Patrik, su marido policía, junto a la buena gente de la comunidad que, novela tras novela, casi son de la familia.
Sin duda, leeré la próxima entrega.
La autora alterna la narración en tres épocas distintas, la primera relacionada con la persecución de brujas en el siglo XVII, la segunda a finales del siglo XX y la tercera en la actualidad. La conexión de la más antigua con las otras dos carece de la consistencia necesaria, pero no le falta interés. Es la contemporánea la de mayor enjundia, no solo por el misterio de quién cometió tan horrendo crimen, sino porque la autora nos muestra que la sociedad sueca no es tan idílica como nos figuramos, con temas secundarios como la acogida de los refugiados sirios y el auge de la extrema derecha, o el acoso de adolescentes y el uso de las redes sociales para denigrarlos y a veces convertirlos en asesinos en potencia. Resistiendo a todo ello, Erika, la protagonista, y Patrik, su marido policía, junto a la buena gente de la comunidad que, novela tras novela, casi son de la familia.
Sin duda, leeré la próxima entrega.
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