Comida navideña del Centro Social

 

El viernes pasado los compañeros de trabajo del centro social organizamos nuestra propia comida navideña de empresa. Nos apañamos con un menú del día la mar de correcto, que no hace falta gastar los cuarenta pavos que cuesta el menú de la comida del Ayuntamiento. No asistiré porque es el viernes que salgo hacia Madrid.  

Volviendo a la comida, además del buen ambiente imperante, ayudado por alguna copa de vino que otra, la juega se acentuó con el reparto de regalos del amigo invisible, promovido por mí. Pusimos un tope de 10€ que dieron mucho de sí. A mí me correspondió una taza monísima. Hay que añadir que la invisibilidad del amigo en cuestión no era tal, ya que no tardamos en confesar quién había regalado a quién. Algunos de mis colegas continuaron el sarao en Alicante. Yo me fui a trabajar contenta de haber pasado un rato agradable.