Sinopsis:
Si el panteón de héroes, como Superman, se aleja del realismo de la Tierra cotidiana, en Watchmen se explora un mundo en el que existe un único superhumano capaz de desequilibrar la balanza del poder sociopolítico internacional. Pero… ¿qué sucedería si un día el Doctor Manhattan, hijo y maestro del átomo, desapareciera? ¿Quién ocupará el vacío que deja atrás?
Una de las maravillas que me aporta escribir este blog es que me sirve de memoria. No me acordaba de haber visto la película y acabo de leer la reseña que le dediqué en 2009.
Más recientemente vi la serie homónima, que tengo un poco más fresca. Así y todo, me ha gustado ir a las raíces, al cómic original de Alan Moore, aunque solo sea un tomo, el primero que salió a un precio económico en una colección de quiosco.
A estas alturas estamos acostumbrados -quizás saturados- a las historias de superhéroes de buenas intenciones dispuestos a salvar la humanidad. Los protagonistas de estas historias no son modelos ejemplares, más bien al contrario. ¿Quién vigila a los vigilantes?, menudo problema. Los dibujos son impactantes, al servicio de unas historias sórdidas complementadas por textos que nos explican los orígenes y la evolución de los personajes. El término de novela gráfica no puede ser más apropiado.
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