Benedicto XVI había decidido pasar estos momentos en su estancia del monasterio en el que reside desde su histórica renuncia al papado, anunciada el 11 de febrero de 2013 y consumada el 28 de aquel mismo mes, la primera vez en seis siglos, desde tiempos de Gregorio XII.
Tras conocerse su situación, numerosos fieles se habían congregado en distintas diócesis y templos de todo el mundo para rezar por él, siguiendo las indicaciones de Francisco.
Desde el 2 de abril de 2013, Ratzinger vivía rodeado de su "familia" vaticana, formada por su secretario, un médico, un enfermero y cuatro mujeres laicas consagradas del instituto 'Memores Domini', que pertenece al movimiento Comunión y Liberación, que se reparten las tareas de la casa y se ocupan de las necesidades del papa emérito.
Benedicto XVI prometió mantenerse en silencio tras su renuncia en señal de respeto por su sucesor, aunque en algunas ocasiones ha reaccionado a algunas cuestiones de actualidad que le afectaban de algún modo. Por ejemplo, en febrero de 2022 pidió perdón por los abusos y errores ocurridos durante sus mandatos en los distintos cargos que ha ostentado, tras la divulgación de un informe sobre abusos sexuales a menores en Alemania en el que se le acusaba de estar al corriente en su época como arzobispo de Múnich (1977-1982). "Una vez más sólo puedo expresar a todas las víctimas de abusos sexuales mi profunda vergüenza, mi gran dolor y mi sincera petición de perdón. He tenido una gran responsabilidad en la Iglesia Católica", subrayó en un comunicado.
Tuve ocasión de verlo en Valencia en 2006, Descanse en paz.
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Descanse en paz
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