Sinopsis:
Prisión psiquiátrica Monte Baruca. Es 24 de diciembre y empieza a oscurecer. Un grupo de hombres armados rodea el complejo y corta las comunicaciones con el exterior. Su objetivo: llevarse a Simón Lago, un peligroso asesino en serie. Si los guardias lo entregan, el asalto acabará en cuestión de minutos. Pero Hugo, el director de la prisión, se niega a obedecer y se prepara para resistir el ataque. Su única ayuda serán unos pocos funcionarios bajo su mando y... los propios internos psiquiátricos. Comienza una larga noche de asedio y violencia para Hugo y su gente.
Este año he visto hasta ahora tres series de ambiente carcelario, dos en plan serio (Encerrado con el diablo y esta) y otra de comedia, Dos años y un día. Está claro que da mucho juego, incluso desde puntos de vista tan distantes.
Esta producción española demuestra que aquí se pueden hacer series con gancho capaces de trascender a otras culturas, lo que hay que agradecer a Netflix. La cuestión es que la sombra de La casa de papel es alargada e intentar replicar su éxito imitando la fórmula de acción trepidante y giros argumentales se puede convertir en un hándicap que juegue en contra.
Conforme se acercaban los últimos capítulos de los seis que consta, me daba cuenta de que tantas líneas abiertas eran imposibles de cerrar, de modo que deja al espectador con la miel en los labios. Muy mal. A saber cuándo llegarán los nuevos episodios si es que llega a haber una segunda temporada...
Eso sí, los actores están estupendos en sus papeles, tanto principales como secundarios.
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