Admito que el principal aliciente a priori para ver Los puentes de Madison fue la presencia del argentino Gerónimo Rauch, al que conocí en Alicante cuando representó Jesucristo Superstar.
Con dicho recuerdo contacté con él por Instagram para pedirle si podría saludarlo al término de la función y muy amablemente accedió. Así que Carolina, mi hermana y yo nos dirigimos a la salida de artistas. Aunque no suele salir ya que tenía otra representación por la noche, hizo el favor de aparecer para saludarnos, darnos dos besos y charlar un ratito con nosotras, por lo que le estoy sumamente agradecida.
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