Sinopsis:
El agente del MI6 Orson Fortune y su equipo reclutan a una de las estrellas de cine más importantes de Hollywood, para que los ayude en una misión encubierta para rastrear y detener la venta de nuevas tecnologías de armas mortales, a manos del multimillonario Greg Simmonds.
El último sábado de vacaciones, me apetecía ir al cine y conté con la compañía de Mari Pau. Por descarte y por conveniencia de horario, entramos a ver Operación Fortune: el gran engaño. Tenía mis reservas, la verdad, porque Guy Ritchie, el director, es capaz de lo mejor y lo peor. Por suerte, aquí acierta con una película de acción con buenas dosis de comedia y de sátira de otros géneros.
La presencia de Jason Statham garantiza mamporros a tutiplén y la clase de Hugh Grant le otorga socarronería. El cachondeo sobre las megaestrellas hollywoodenses corre a cargo de Josh Hartnett, un trasunto de Tom Cruise, a mi parecer. Todo ello, junto a más ingredientes, crea puro entretenimiento, intrascendente pero nada desdeñable. No me extrañaría que fuera la primera de una franquicia.
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