lunes, 8 de diciembre de 2014

Como siempre, tardías felicitaciones, Conchi

Hoy tengo una pequeña disculpa, ya que desde el pasado viernes he estado desconectado de Internet, ya que he estado con mi mujer y mis dos hijos en Lepe. De todos modos reconozco que dormiría igual, supongo que mi desvergüenza no tiene limites o al menos, eso sospecho.
Aún así, me alegra que no sea demasiado tarde, (como en otras ocasiones ) que no me atreví siquiera a felicitarte de pura vergüenza, aunque parezca incoherente con lo escrito anteriormente.
Así que nada...¡¡¡  Felicidades !!!.

4 comentarios:

Conchi dijo...

Muchísimas gracias, Márian. Y si me felicitaras en mayo, tampoco sería demasiado tarde. Cuenta la intención y lo sabes.

márian dijo...

De cualquier manera, no merezco ( encima )que me lo agradezcas. Y aunque admito que la intención cuenta, tampoco está de más que sea en su momento, a ser posible.
Y para acabar con este comentario por el momento, te diré que yo sí que tengo la obligación de agradecerte la oportunidad que me diste para poderte contar entre mis amistades, porque peloteos aparte, eres una persona muy especial desde el primer momento para mí, como seguro les ocurre a todos los integrantes del blog y a muchos más que tienen la suerte de conocerte personalmente y que pueden disfrutar de tu compañía diariamente.
Asumo que suena a pelota total, pero no sé como evitarlo al escribirlo, de modo que así queda.
Un abrazo, Conchi. Y a los demás, al menos, les envío un saludo con mis mejores deseos para estas fiestas que se acercan inevitablemente.

Johnny dijo...

Márian un saludo desde estas tierras, una eternidad sin saber de ti y es bueno que a través de nuestra querida Conchi sepa de ti. Un beso para ella por su santo y un abrazo para ti.

márian dijo...

"El concepto de eternidad (del latín aeternitas), relacionado con el de inmortalidad, se refiere, popularmente, unas veces a una duración infinita y sin límites ".
Creo que con esto queda suficientemente demostrado que los andaluces por regla general, no somos tan exagerados como se nos pintan. O al menos, que en todos los sitios cuecen habas.
A lo peor Johnny es una excepción entre los mexicanos. Lo dejaré estar como una duda, pero lo que es innegable, es que es bien exagerado.
Aún así, lo aprecio.
Un abrazo, Johnny y cuando quieras, sabes que puedes escribirme cuanto desees que yo procuraré no quedarme demasiado atrás en cantidad, por supuesto si en calidad.