Siga el hombre detrás de la magia cuando encuentra la fama, se dedica al espionaje, lucha contra los espiritistas y conoce a los más grandes nombres de la época, desde los presidentes de EE.UU. a Sir Arthur Conan Doyle y Grigori Rasputin.
He visto la miniserie de dos episodios Houdini, centrada en el famoso prestidigitador y escapista. Conocido por su talento para la ilusión y la evasión, además de sus representaciones espectaculares, llevó adelante una campaña para denunciar a los estafadores que se pretendían ser médiums, lo que le enemistó con Sir Arthur Conan Doyle. Este y su esposa eran creyentes en el mundo paranormal y Houdini no lograba hacerles entender que todo eran trucos, incluidos los de sus espectáculos. En relación a estos, la serie desvela algunos, lo que resulta curioso.
De encarnar a Harry Houdini se ha encargado Adrien Brody. No sé si por exigencias del guion se ha puesto cachas, pero, qué queréis que te diga, acostumbrada a un tipo larguirucho más bien tirillas, lo veo rarísimo, como si no fuera su cuerpo, como si con fotochó le hubiesen pegado su cara al tronco de otro. Me da hasta grimilla. Con todo, su trabajo es bueno y la serie es entretenida.
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