El fin de semana pasado, por cuarto año consecutivo, fui con mi hermana a Madrid en una escapada organizada por las Amas de Casa. De Agost éramos una treintena de personas más una decena de Aspe.
Para evitar los problemas de accesibilidad del hotel del año pasado solicitamos otro cercano al del resto del grupo. No nos importaba abonar un extra al ser el hotel de categoría superior, siempre y cuando cumpliera con los requisitos. Qué disgusto me llevé al llegar al Menfis Gran Vía y comprobar que el portalito que me habían dicho que tenía en realidad era tremendo escalón insalvable sin ayuda. Casi me da un patatús. Menos mal que disponían de una salida trasera con una rampa bastante practicable y se me pasó el disgusto.
Después de comer, me hermana y yo fuimos a dar una vuelta por la Gran Vía, plaza de Callao y calle Serrano hasta desembocar en la Puerta del Sol.
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