Sinopsis:
Un día Clay Jensen, uno de estos adolescentes, llega a su casa cuando se encuentra con una misteriosa caja de zapatos sin remitente. Intrigado, decide abrirla y se encuentra con una serie de cintas de cassette, al parecer grabadas por Hannah Baker, una compañera de clase que se suicidó dos semanas antes.
Hannah escogió a 13 compañeros para contarles su historia, aquellos 13 a los que culpa de lo que pasó. Gracias a unas instrucciones que dejó en la caja, las cintas deberían llegar a todos ellos para que escucharan una verdad que ninguno quiere oír: las trece razones por las que decidió quitarse la vida. En muchos medios había leído sobre la serie.
Por trece razones, que trata sobre el acoso escolar y el suicidio adolescente. Me picó la curiosidad y me puse a verla. Ayer acabé el 13º episodio que cierra la primera temporada. Para empezar, me cuesta sumergirme en la vida de un Instituto made in USA, tan distinto al que yo viví, con actores que en su mayoría pasan de largo de la edad que se supone que representan. Ya sé que mi adolescencia fue atípica, pero nunca vi estamentos en el alumnado, ni chicas pintadas como puertas ni mucho menos capitanes del equipo de baloncesto.
En cuanto a los sentimientos de culpa que suscita el desenlace, no acabo de estar de acuerdo. No creo que nadie pueda disuadir a nadie que haya tomado tal decisión y no haya pedido previamente ayuda. Tampoco consigo entender que, a pesar del terrible dolor que las personas de alrededor sienta, se torturen con lo que pudieran o no haber hecho para evitarlo. Solo depende de la voluntad del suicida. Quizás suene insensible lo que acabo de escribir, pero es que la ayuda está para pedirse sin pretender que otros nos adivinen el pensamiento. Gracias a Dios, estoy muy apegada a la vida y espero no cambiar jamás de opinión.
En cuanto a la serie, sin haberme entusiasmado, la aplaudo por haber removido conciencias y sacar a la palestra temas duros pero necesarios de tratar y erradicar.
Me sonaba el actor que sirve de hilo conductor de la historia y que realiza un trabajo excelente. San Google me informó que Dylan Minette era el chavalín que interpretaba a Michael Scofield de niño en Prison Break.
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