Sinopsis:
Drama con toques de comedia en el que conoceremos a cuatro personas que han nacido el mismo día:
Jack está casado con Rebecca y esperan con ilusión –y miedo– la llegada de trillizos. Randall es un hombre de negocios de éxito y un feliz padre de familia pero busca desesperadamente a su padre biológico, que le abandonó cuando era solo un bebe. Kevin es un actor muy popular que se siente atrapado en una carrera que no quiere y que parece ser totalmente opuesto a su hermana, una mujer obesa dispuesta a perder peso y a cambiar su vida para siempre.
No sé cómo se me ocurrió descargar el primer capítulo porque he caído víctima de la humanidad de sus personajes. Al principio me pareció una revisitación de una serie de finales de los 80, Treinta y tantos, de la que guardo un vago recuerdo, quizás porque no llegaba a la edad. Ahora me paso, y de largo, pero no hace falta tener dos décadas menos para emocionarme. Curiosamente el director de la serie es Ken Olin, uno de los actores de la susodicha.
No se necesitan superhéroes ni casos criminales enrevesados para componer un producto televisivo eficaz, entre la comedia y el drama, protagonizado por seres humanos nada más ni nada menos, con sus imperfecciones y sus debilidades. Hacía tiempo que una serie no me cautivaba tanto.
Y sí, admito que he llorado en casi todos los episodios de esta primera temporada.
1 comentario:
Es verdad, Conchi: sólo se necesita un guión inteligente y unos buenos actores que lo interpreten. Ni más ni menos.
Publicar un comentario