sábado, 17 de agosto de 2019
Bautizo de Marc
El pasado sábado 10 tuvo lugar el bautizo de Marc. A sus veinte meses, habría campado a sus anchas por la iglesia si no lo hubieran controlado entre padres y padrinos, que fueron mi sobrino Toni y la abuela materna. El pequeño se comportó durante la ceremonia y no protestó en ningún momento, ni siquiera cuando el párroco le echó el agua. Tras las pertinentes fotos en el altar y la traca, que puso a María (y a mí) de mal humor, emprendimos camino al restaurante mientras el padrino lanzaba monedas a la chiquillería, tradición de esta zona.
Yo estrené la otra blusa y mi prima Laura me maquilló. Huelga decir que todos íbamos guapísimos.
El banquete en el restaurante estuvo estupendo. Lástima que el servicio no fue a la altura de la comida, de tan lento: a la 1 de la noche aún íbamos por los postres. Como la calle estaba cortada al tráfico, mi sobrino contrató un castillo hinchable para que los críos brincaran. Al lado, mesas y sillas para que los progenitores vigilasen mientras se tomaban una copichuela. A pesar del calor de la noche, se estaba mejor que en el interior del restaurante donde el aire acondicionado apenas se notaba.
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1 comentario:
Felicidades y muchos besos para el pequeño Marc.
Y sí, Conchi, ibas bien guapa : )
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