Sinopsis:
La serie tiene lugar en un mundo en el que los superhéroes representan el lado oscuro de la celebridad y la fama. Un grupo de vigilantes que se hacen llamar "The Boys" decide hacer todo lo posible por frenar a los superhéroes que están perjudicando a la sociedad, independientemente de los riesgos que ello conlleva.
Esta es una de las tres series que me han ocupado ratos de verano. Las obras dos aún no las he terminado, aunque me queda poco.
Acabada la primera y hasta ahora única temporada, he de decir que me ha impactado. Ha dado la vuelta al género de los superhéroes al plantear que, al contrario que enseñaba el tío Ben a Peter Parker, lo de tener superpoderes no conlleva necesariamente una responsabilidad. Los supuestos héroes de aquí encarnan lo peor del ser humano con el agravante de los poderes que poseen para su uso y abuso. Son una copia cutre de los componentes de la Liga de la Justicia, capitaneados por el odioso Patriota, trasunto de Superman, pero representante de lo peor de la América profunda y de los supremacistas blancos, además de violador y asesino.
En el grupo de los combatientes que quieren exponer sus aberraciones a la luz pública, se halla el también brutal Carnicero, interpretado por el gran Karl Urban.
La serie es tremendamente violenta, impactante, rozando el gore. Aun así, ha mantenido mi interés y lo más probable es que vea la siguiente temporada.
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