Sinopsis:
Una pareja desea casarse. Hay amor, también tolerancia por los defectos mutuos, solo falta la guinda del pastel: una buena boda, con la bendición de sus padres. Entonces los futuros cónyuges (chico y chico) van primero a Civita di Bagnoreggio, luego a Nápoles, para comunicar a las madres, y a un padre homófobo, el deseo de unirse civilmente frente a amigos y familia. Las reacciones serán múltiples e inesperadas, entre malentendidos y cambios de perspectivas, más una deconstrucción de prejuicios y lugares comunes sobre la homosexualidad.
Parece mentira que una película así sea necesaria entrado el siglo XXI. Por desgracia, la homofobia sigue presente en sociedades occidentales civilizadas. Afecta a personas en apariencia tolerantes y respetuosas con los derechos humanos, inmigración incluida, hasta que el caso les toca directamente a ellos, momento en que las convicciones flaquean.
Todo ello se enmarca en una comedia previsible de principio a fin pero simpática. Se sitúa en el sur de Italia aunque podría tener lugar en España, que aquí pecamos de lo mismo.
Los personajes son estereotipos e incluso el final, con el baile de la boda, está visto hasta la saciedad. Así y todo, vale la pena por oír el Don't leave me this way en la voz de Jimmy Sommerville.
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