miércoles, 21 de agosto de 2019

Dolor y gloria



Sinopsis:
Narra una serie de reencuentros en la vida de Salvador Mallo, un director de cine en su ocaso. Algunos de ellos físicos, y otros recordados, como su infancia en los años 60, cuando emigró con sus padres a Paterna, un pueblo de Valencia, en busca de prosperidad, así como el primer deseo, su primer amor adulto ya en el Madrid de los 80, el dolor de la ruptura de este amor cuando todavía estaba vivo y palpitante, la escritura como única terapia para olvidar lo inolvidable, el temprano descubrimiento del cine, y el vacío, el inconmensurable vacío ante la imposibilidad de seguir rodando. "Dolor y Gloria" habla de la creación, de la dificultad de separarla de la propia vida y de las pasiones que le dan sentido y esperanza. En la recuperación de su pasado, Salvador encuentra la necesidad urgente de volver a escribir.

Hoy se ha publicado la noticia de que esta película está en la terna de candidatas presentadas para representar a España en los Óscar. Me he dado cuenta de que no la había reseñado, y eso que la vi hace unas semanas.


Vaya por delante que soy admiradora del talento de Almodóvar. Sus películas me pueden gustar más o menos pero siempre contienen elementos, escenas, que son arte cinematográfico. Conforme cumplimos años nuestros gustos, intereses e inquietudes varían. Qué lejos queda el universo de Pepi, Luci y Bom y otras chicas del montón, alocado y despreocupado, de este tan contenido (dentro de lo que cabe en el cine de Almodóvar) a causa del dolor físico que experimenta el protagonista, combinado con el emocional al recordar su infancia. Ese trasunto del director está interpretado por un brillante Antonio Banderas, tan metido en la piel del manchego que se apropia de sus gestos, de sus inflexiones de voz, en un trabajo hipnótico.

Una de las constantes almodovarianas, la droga, cumple su protagonismo habitual. No obstante, eché en falta otra: el sexo. No hace mucho leí un artículo sobre que el sexo había desaparecido de las pantallas. Esta película lo corrobora.

Perdón por el tópico de que es el film más personal del cineasta, pero es que es verdad. Es una gran película que merece el reconocimiento para el director y para Banderas, sin olvidar el excelente plantel de secundarios.

Qué grande es el cine.

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