Sinopsis:
Ophelia es una joven adolescente e impetuosa que reside en el castillo de Elsinore como una de las personas de confianza de la Reina Gertrude. Su personalidad no pasa desapercibida ante los ojos del Príncipe Hamlet, a quien conquista rápidamente. Ambos se enzarzan en un apasionado romance secreto mientras su reino se encuentra al borde de entrar en guerra, plagado de traición y de intrigas palaciegas. Cuando el padre de Hamlet es asesinado, llevando al príncipe a una sed implacable de venganza, Ophelia trata de contener a las altas esferas del poder danés mientras que lucha por decidir entre ser fiel a su corazón o huir para conservar su propia vida.
Aun a riesgo de ser repetitiva, vuelvo a manifestar mi envidia sana por el amor que los británicos demuestran por Shakespeare. En España cualquier cosa que huela a clásico está estigmatizado como para minorías elitistas. Qué pena.
La que nos ocupa es una interesante revisión de la historia de Hamlet desde el punto de vista de Ofelia, la desdichada joven envuelta en el fatum trágico tan propio del Bardo, basada en una novela.
Si no llego a ver el nombre de la actriz, me habría costado reconocer a la misma Daisy Ridley superviviente y guerrera de El despertar de la fuerza, con ese tremendo pelucón. Tampoco escatimaron con la horrenda melena que le pusieron al aún atractivo quinto mío Clive Owen. En cuanto al chaval que interpreta al príncipe danés, George McKay, al que recuerdo de El secreto de los Marrowbone, no es que lo haga mal en absoluto pero no puede compararse con el Hamlet de Benedict Cumberbatch.
1 comentario:
El borreguismo de esta sociedad low cost SE agradece en parte. Eso me permitirá comprar mi abono anual para disfrutar de todas las producciones de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, con estupendos y estupendas actores y actrices, en el Teatro de la Comedia, sin agobios. Ellos que escuchen a la choni hortera de Rosalía. Jesús
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