Antidisturbios

 

Sinopsis:

Seis antidisturbios ejecutan un problemático desahucio en el centro de Madrid, pero el desalojo se complica y sucede una tragedia. Un equipo de Asuntos Internos de la Policía será el encargado de investigar los hechos, ante los cuales los seis policías podrían enfrentarse a una acusación de graves consecuencias. El grupo de agentes busca una salida por su cuenta, complicando aún más la situación. La joven Laia Urquijo, una de las agentes de Asuntos Internos, se obsesiona con el caso y comienza a investigar, descubriendo poco a poco mucho más de lo que jamás hubiera imaginado.

El sábado esta serie obtuvo dos premios Forqué, a la mejor serie y al mejor actor, Hovik Keuchkerian, al que conocí el primer año que fui a Madrid con las Amas de Casa. 

La miniserie es impactante a nivel visual, que parece cine, gracias a la mano direccional de Rodrigo Sorogoyen. También es verdad que a veces agobia los meneos de cámara, en pos de -supongo- verosimilitud. Es curiosa la diferencia de acercamiento a un cuerpo de élite desde el punto de vista español o estadounidense. Los últimos tienden a glorificar, a convertir en héroes a personas con un oficio difícil obviando sus defectos. Aquí, en cambio, los policías arrastran la violencia de sus trabajos a su vida personal. Tienen que lidiar con hinchadas hooligans como forzar desahucios, por poner dos ejemplos, aguantando insultos y agresiones. Todo les provoca mella. Por si fuera poco, se ven envueltos en una trama de corrupción urbanística. Esos policías son interpretados por grandes actores, a pesar de que no les vendrían mal unas sesiones de  logopeda, excepto por la ingente cantidad de tacos que sueltan. 

Son solo seis episodios, o sea que ni tan mal.