Sinopsis:
El capitán Charles Boone hace que su familia de tres hijos se traslade a su antigua casa en un pueblo pequeño y aparentemente tranquilo de Preacher's Corners, Maine, tras la muerte de su mujer en el mar.
Otra serie adecuada para ver en tiempo de Halloween. De hecho, ha acabado su emisión la semana anterior a la fiesta.
Es la precuela de Salem's Lot, serie que me suena haber visto hace lustros pero que no recuerdo en absoluto. Ambas están basadas en sendas historias de Stephen King, maestro del terror y, sobre todo, de la creación de personajes y ambientes. Es tan especial, tan personal, que nada más leer una página suya se deduce la autoría.
No abandona Maine ni para el retrato de una sociedad rural de mediados del siglo XIX, profunda y obsesivamente religiosa, enfrentada a todo lo diferente. De hecho, chirrían ciertos elementos demasiado actuales como un matrimonio interracial, la valentía de un personaje femenino y que otro de raza negra sea el más positivo. Lo políticamente correcto manda.
Como serie de terror, hay sustos y, lo que detesto aún más, bichos asquerosos que me hacían apartar la vista de la pantalla. No veo la necesidad de remover estómagos.
Qué mal lo pasa Adrian Brody y sus cejas que forman un acento circunflejo. Será por eso que se le pone voz de Batman y se la pasa susurrando.
Aunque no está mal la serie, siento que le sobran algunos de los diez episodios.