Sinopsis:
Francia, 1789, justo antes de la Revolución Francesa. Con la ayuda de una mujer inesperada, un chef que ha sido despedido por su jefe encuentra el valor para abrir un restaurante por sí solo.
Volví al cine. Esta vez, cine europeo: Delicioso, una película cuyo título no engaña. En la Francia prerrevolucionaria existen dos maneras de comer, la de los pobres, que apenas tienen para subsistir; y la de los nobles, que no saben que están a punto de perder sus privilegios, para quienes trabajan cocineros que, además de maravillar sus paladares, les otorgan prestigio ante otros aristócratas. La película cuenta el proceso de uno de aquellos cocineros, despedido por unas diferencias con el noble, para convertir una granja en el primer restaurante abierto al público.
Combina la comedia con ciertos toques de crítica social, sátira, drama y romance. La puesta en escena es tan deliciosa como los platos que se preparan. Menos mal que fui a la primera sesión, recién terminada de comer; de lo contrario, el estómago me habría rugido.
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