De los lugares que visité en este viaje solo había estado en Peñíscola con anterioridad, en el milenio pasado, aún en vida de mi cuñado, que en paz descanse. Apenas la recordaba, así que fue como si la recorriera por primera vez aquel martes 6 de septiembre.
El grueso del grupo se quedó en el hotel, porque habían estado allí recientemente, así que solo fuimos Enrique y Hernán (los monitores), Encarni y su hijo Lander, y mi hermana y yo.
Aguantamos con estoicismo el calor y las cuestas empedradas hasta llegar hasta donde pudimos del castillo, una fortaleza que ocupa la zona más elevada del peñón sobre el que se sustenta la antigua ciudad de Peñíscola.
Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor que fue nombrado Papa por la obediencia de Aviñón con el nombre de Benedicto XIII de Aviñón, el llamado Papa Luna, convirtió el castillo en su sede pontificia en el largo litigio sobre su legitimidad. La tenaz lucha que mantuvo el Papa Luna contra sus enemigos sirvió para que surgiera la frase popular de "mantenerse en sus trece" en referencia a la negativa de Benedicto XIII de renunciar a su posición de papa.
El crédito de las fotos es de Enrique, el monitor. Gracias.