Sinopsis:
Una universitaria neoyorquina que trabaja como dominatriz contrata de asistente a su mejor amigo gay del instituto.
Me topé con esta serie de Netflix por recomendación de una web que ya no recuerdo. Lo cierto es que me llamó la atención por lo inusual de su aproximación al sexo y a las relaciones interpersonales. También ayudó el hecho de que fueran episodios de menos de media hora, formato ideal para comedias televisivas, aunque sean tan atípicas como esta.
Sin ser explícita en exceso, tiene su punto guarrillo al tratar de un tema que me resulta tan ajeno como el de las parafilias sexuales. Hasta cierto punto puedo entender el placer en ser dominatriz, aunque las de la serie son de oficio. Lo que no logro comprender es disfrutar de la sumisión y la humillación. En fin, hay gente para todo...
Los actores me resultan por completo desconocidos, pero se ajustan a sus personajes.
Son dos temporadas que no se hacen pesadas.
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