Sinopsis:
Un grupo de música. Tres historias de amor. La eternidad en juego. Marina tenía la vida que creía desear. Ordenada. Segura. Gris. Hasta que aquella noche que tenía que ser perfecta cayó el telón y todo voló por los aires. Noah vivía el presente. Despreocupado. Sin futuro. Con sus propias normas. Hasta que la solista de Al Borde del Abismo les dejó minutos antes de la actuación y tropezó con unos ojos verdes en un callejón. Deberían haber sido algo pasajero. Puntual. Un segundo en las manecillas de un reloj. Llegaron los ensayos, el olor de la lluvia, los deseos que se sienten en la piel y la gira. Llegaron el miedo y las ganas. Porque que algo no sea perfecto no significa que no sea jodidamente especial. Porque a veces el corazón sigue sus propias reglas.
De vez en cuando, por variar, me gusta leer una novela romántica. El problema es encontrar una que no dé vergüenza ajena por situaciones, por narrativa y por expresión. De la nueva hornada de jóvenes autoras españolas del género, que están cosechando enorme éxito de ventas, de lo cual me alegro, me he topado con esta Alexandra Roma y he de decir que me ha convencido.
Ha sabido construir unos personajes que van enamorando poco a poco, diálogo a diálogo, rebosantes de lirismo y sentimientos, con giros desgarradores sin estar exentos de humor. Una delicia. ¡Y sin una falta de ortografía ni de sintaxis! Algo que no debería ser motivo de exaltación sino darse por sentado, pero, como aquí he manifestado en repetidas ocasiones, parece que carece de importancia. Qué lástima.
La única pega es que no me fijé que la portada anuncia que es la primera entrega de una bilogía, por lo que la historia continúa en un segundo libro que tendré que leer en un futuro no muy lejano.
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