Sinopsis:
La historia comienza en 1910, cuando el
joven inglés Stephen Wraysford viaja a Francia para estudiar el funcionamiento
de la empresa textil de René Azaire. Allí conoce a Isabelle, la mujer del
dueño, con la que vive un inolvidable romance.
Me animé a ver esta miniserie de la BBC porque solo constaba de dos episodios y contaba con buenos actores.
El oscarizado Eddie Redmayne, tan
pelirrojo él, es muy monín, pero no abandona su cara de empanao o cordero
degollado, según la ocasión. Mucho más me gusta Matthew Goode y menos Richard
Madden, que aquí se parece poco a Robb Stark.
En cuanto a la serie, se producen saltos en el tiempo; no son liosos pero sí
molestos. Como mensaje, trata la inutilidad de la guerra, la escabechina de
británicos en tierra francesa para liberarla de los alemanes. Curiosamente,
tras el fragor de la batalla, el personaje de Eddie aparece cubierto de sangre
y barro pero con el pelo limpio y perfectamente peinado.
Me temo que los últimos productos de la venerada BBC pecan de lentos, muy
lentos y fríos, muy fríos.
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