Morella

Este fin de semana largo de puentes nos hemos ido por fin de viaje a Morella, un pueblo medieval encantador del norte de Castellón.  Como se ve en la foto de internet (yo he hecho pocas y todavía las tengo sin descargar) tiene una muralla que rodea el pueblo de casitas de piedra blancas y calles estrechas.  Un castillo corona la cima de la montaña de sobre 1100 metros de altitud (hacía bastante frío, unos 10 grados y un aire que aumentaba esta sensación de frío pero muy bien).  En el recinto amurallado se puede aparcar sólo en pocos sitios así que dejamos el coche fuera de la muralla y fuimos al hotel céntrico a pie.  Y nos dedicamos a pasear tranquilamente por estas calles de palacios del siglo XIV impresionantes y calles algunas porticadas.  Muy bonita ciudad.
Y como también son importantes las compras, como no, compramos una manta morellana, típica de allí (en Agost decimos todavía mantas morellanas como frase típica); también son típicos los dulces de almendra: buenísimos, compramos un surtido, de los que ya quedan muy pocos en la caja, de un horno casero de leña (casa Gorreta, por si váis allá).

Ya de vuelta pasamos por algunos  pueblos de Teruel, Rubielos de Mora y Linares de Mora, hacía un frío helador, 5 grados a las 11 de la mañana, también se explica porque está cerca de la estación de esquí de Valdelinares.  Bien abrigados, paseamos por sus estrechas calles empedradas medievales. Muy bonitos pueblos de casas de montaña de piedra y madera.  Aquí compramos un pan casero buenísimo.  Qué bien la pasamos, llevábamos, eso sí, un GPS que nos compramos expresamente para no perdernos.