Katniss Everdeen, ha sobrevivido de nuevo a LOS JUEGOS, aunque no queda nada de su hogar. Gale ha escapado. Su familia está a salvo. El Capitolio ha capturado a Peeta. El Distrito 13 existe de verdad. Hay rebeldes. Hay nuevos líderes. Están en plena revolución. El plan de rescate para sacar a Katniss de la arena del cruel e inquietante Vasallaje de los Veinticinco no fue casual, como tampoco lo fue que llevara tiempo formando parte de la revolución sin saberlo.
El Distrito 13 ha surgido de entre las sombras y quiere acabar con el Capitolio. Al parecer, todos han tenido algo que ver en el meticuloso plan..., todos menos Katniss.
He terminado Sinsajo o más bien Mockingjay, ya que la mayor parte la he leído en inglés. Cuando se me cansaba la neurona, me pasaba al castellano, pero lo encontraba tan raro que regresaba a la V.O.
La tercera y última tanda de Los juegos del hambre alcanza tales grados de violencia psíquica y física que me choca que se considere literatura juvenil. Por Dios, pobres criaturas, qué sinvivir. No se puede decir que las distopías sean un invento nuevo. Lo que sí parece cierto es que abundan o adquieren más relevancia en tiempos de crisis. Quizá las consumamos pensando que, por muchos motivos que tengamos para quejarnos, tampoco estamos tan mal si se compara a otras circunstancias y situaciones, no por imaginarias menos posibles de que lleguen a hacerse realidad. Ya sabéis, en plan “mal de muchos…”.
1 comentario:
Creo que son mejores los libros que las pelis, en este caso. No la vi en el cine, la rentamos un fin de semana y me pareció regular, no me llenó.
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