Sinopsis:
Un monstruo marino, producto de mutaciones radioactivas provocadas por el hombre décadas atrás, se enfrenta a malvadas criaturas que, animadas por la arrogancia científica de la humanidad, amenazan la vida de los hombres.
Me constaba que Pedro tenía ganas de ver Godzilla y que no iba solo porque no le daba tiempo a recogerme después. Se merecía una alegría el hombre también, así que fuimos el miércoles pasado. No habría sido mi primera elección entrar a ver esta peli, desde luego, pero, contra todo pronóstico, me lo pasé bien pese a que me sobró metraje.
Vaya por delante que ni conozco los cómics ni las pelis japonesas originales y que solo guardo un vago recuerdo de la que hizo Hollywood hace unos años. Como no podía ser de otra manera, esta es espectacular. Esos bicharracos destrozando ciudades, esa pata reventado un rascacielos de una simple pisada ya forman parte del imaginario colectivo. Admitamos, además, que disfrutamos ver, aunque sea de mentira, cómo escenarios icónicos de EE.UU. son arrasados, desde Hawái a San Francisco pasando por Las Vegas. La Casa Blanca y la estatua de la Libertad pueden respirar tranquilas esta vez. El drama humano es más flojillo y redundante. El chaval, el británico Aaron Taylor-Johnson, está creciendo muy bien y dará que hablar en el futuro.
En suma, cine de evasión para pasar el rato.
2 comentarios:
Quizá el bicho que más ha evolucionado en el cine desde aquellas películas japonesas de los 70. Queda apuntada.
También la he visto. Y yo si vi las pelis japones originales y esta le hace honores ;-)
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