Sinopsis:
Los X-Men luchan por la supervivencia de la especie en una guerra que se desarrolla en épocas diferentes. Los personajes de la trilogía cinematográfica original de “X-Men” unen sus fuerzas a las que ellos mismos poseían en el pasado, cuando eran más jóvenes –tal y como aparecen en “X-Men: Primera generación”–, para cambiar un importante acontecimiento histórico y librar una épica batalla que podría salvar nuestro futuro.
El Facebook de los cines Ábaco sorteaba un par de entradas para el preestreno de “X-Men. Días del futuro pasado” el jueves por laa noche. Para ello había que poner el nombre de tu mutante favorito y decir en qué cine de la franquicia querías ver la peli. Tenía un 50 % de posibilidades de llevármelas pues hasta ayer por la mañana, aparte de mí, solo había otro más que solicitaba la sala de San Vicente. Lo único que aquel fue escueto y yo me enrollé hablando de mi conexión con los mutantes. Era evidente que, por cansina, las entradas eran para mí.
En qué mala hora, pensé al llegar. El centro comercial está patas arriba, en pleno proceso de remodelación, uno de cuyos primeros pasos fue quitar el ascensor. La única manera de acceder a la planta de los cines, además de las escaleras mecánicas –descartadas- es subiendo una rampa larguísima de madera. Así que ya tenéis a Pedro, empuja que te empuja. Si lo llego a saber, no participo en el concurso, os lo aseguro. Pero luego todo salió a pedir de boca.
Me lo pasé pipa con todos los mutantes, los novatos y los conocidos, los del futuro y los del pasado. Y aglutinándolos a todos, ese Lobezno, ese Hugh Jackman que no parece de este mundo de lo perfecto que es. Tiene una escena, recién salido de la cama, que primero me hizo desear poseer el superpoder de parar el tiempo, que se detuvieran esas décimas de segundo que duró para poder recrearme en ese cuerpazo de infarto. Como, cuando salga el DVD, con darle al botón de pausa lo solventaré, se me ocurrió que sería más efectivo tener el poder de Magneto de controlar los metales y obligar así al cámara a que bajase el plano porque la imagen en el espejo donde se miraba Logan solo llegaba a sus músculos inguinales. Al final decidí (y todo esto en apenas unos segundos: menudo mente la mía, más rápida que la del profesor Xavier) que el superpoder que me interesaba era el de la teletransportación: estar al lado de semejante monumento a solas. Y una UVI móvil por si acaso mi corazón no lo podía aguantar.
Desvaríos aparte, la peli es una gozada para los amantes de la saga, que siempre ha sido mi preferida. El dúo Fassbender (que también se descamisa) McKellen es tan intimidante como seductor. Me cuesta más creerme a James McAvoy como precedente de Patrick Stewart, no por la melena del primero (la calvicie, natural o provocada puede llegar) sino porque sus ojazos son mucho más grandes que los del veterano. Si siempre he envidiado las sillas de ruedas del profesor Xavier, embobada me he quedado con el último modelo, aunque quizá no se le pueda llamar como tal.
2 comentarios:
Querida, estoy contigo. Peli de pasárselo pipa. Y de volver a ver en cuanto esté, en mi caso, el bluray en casita. Por cierto, espero que como escena eliminada esté la de la cámara bajando más allá de los músculos inguinales.
El dúo McAvoy-Fassbender me enamora, adoro la forma en que Michael pone las manos cuando hace de Magneto y yo sí me creo a McAvoy como Professor X. Añado a tu comentario que la Lawrence en su línea, o sea muy bien, Hoult muy “bestia” y poca cancha para demostrar toda su valía para Peter Dinklage. Si eso ya admiramos su actuación en Juego de Tronos.
Peeeeeeeeero…. llamemos las cosas por su nombre. CULO. Sí, he dicho CULO. No puedo dejar de pensar en ello. Me explico. Hay dos imágenes que no me abandonan desde que vi la película y las dos son del, repito, CULO de Hugh Jackman. Una, desnudo, en todo su esplendor, medianamente tenso. La otra con tejanos, en una excelente demostración de cómo se contraen los glúteos frente al dolor.
Como bien dices, ese cul…, digo, a Hugh Jackman no parece que lo haya parido madre, sino que haya sido creado por seres malvados para que nos persiga en nuestros sueños. Si por un casual consiguieras el contacto de dichos individuos, pásamelo, que les haría un pequeño encargo…
Jajajaja por lo demás buena peli
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