Sinopsis:
Michael Edwards es el saltador de esquí más famoso de la historia británica. Este biopic sigue la historia de este hombre conocido como "Eddie el Águila" en su lucha por lograr cumplir su sueño de la infancia y entrar en los Juegos Olímpicos de invierno de Calgary en 1988, convirtiéndose en el primer deportista británico que compitió en salto de esquí.
Esta película está basada en la historia real de un británico que llegó a ser olímpico en la modalidad de saltos de esquí contra todo pronóstico. Se han visto muchas veces en cine historias deportivas de superación, tenacidad y esfuerzo. Lo bueno de esta película es que el enfoque es de comedia buenrollista, sin mayores sufrimientos para el espectador.
El chaval protagonista, Taron Egerton, no me hace ni fu ni fa, y no es porque aquí salga poco favorecido, que lo he visto en otros trabajo y tampoco. No subirá al Olimpo de mis British preferidos. De otra especie es el entrenador, ese pedazo de Hugh Jackman que luce los vaqueros como nadie. Le convendría trabajar más en comedia porque es tremendo: en una escena, para explicar a su pupilo la intensidad del salto, simula un orgasmo, y es de partirse de risa. Y esas piernas largas de bailarín saltando rítmicamente son para perderse en ellas.
En fin, aunque la película sea de usar y tirar, se ve con una sonrisa, y, por si fuera poco, cuenta con el atractivo añadido del australiano que aquí habla con acento estadounidense.
1 comentario:
Si está Hugh, por mí vale.
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