martes, 17 de mayo de 2016
Eurovisión 2016
Este año no he seguido apenas el Festival de Eurovisión. En cuanto vi que la canción propuesta estaba cantada completamente en inglés, le declaré el boicot. Ya tiene delito que este año celebrándose el cuarto centenario de Cervantes hayamos prescindido de nuestro idioma. Podrían haber disimulado cantando una estrofa en castellano, qué menos. Para más cachondeo, durante la promoción por Estocolmo la cantante tuvo el cuajo de ir al Instituto Cervantes. ¿A qué, bonita? Vamos a ver, no pretendo ser chovinista pero es que creo que sucumbir a la moda del inglés nos hace todavía más homogéneos con el resto de las canciones. De todas maneras, quizá por no romper la tradición vi la parte donde cantaba la tal Barei. No lo hizo mal, para qué voy a decir lo contrario, pero tampoco destacó. Prueba de ello, el 22º puesto en que quedó.
La canción ganadora no la vi hasta que repitió la actuación después de las votaciones. Ucrania acabó por convertir la gala de Estocolmo en la edición más política de los últimos años, ya que 1944, el tema vencedor, tiene como trasfondo las deportaciones masivas ordenadas por Stalin de tártaros de Crimea, la península anexionada por Rusia tras un polémico referendo no reconocido por Occidente. Además de por la llamada de atención a Europa por los refugiados y los deseos de amor y paz que repitió Jamala, la cantante, me alegró que ganara Ucrania porque tengo unos conocidos de esta nacionalidad, sobre todo por su niño Alex al que ayudo con los deberes de valenciano y de inglés.
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1 comentario:
Yo sólo vi parte del festival de Eurovisión: la parte estética me pareció muy barroca, muy vacua. En cuanto al reproche del idioma, me temo que eso mismo habría que decirles a los veintitantos restantes. Por lo visto, este año era algo así como obligatorio presentar las canciones en inglés. De ahí lo de nuestra compatriota, cuya canción no estaba mal (teniendo en cuenta el nivel de lo que se presentó) y cuya interpretación no desmereció. Al menos, no para quedar en un puesto tan pobre. En cuanto a la canción ganadora, no llegué a escucharla, pero mucho me temo que esto va a ser una prueba más de lo politizado que está el festival. Porque no me digas tú a mí que el único país que presenta una canción de tema político va a ser precisamente Ucrania, que trata de una deportación ocurrida en Crimea y que el malo de la película es un dirigente ruso. En definitiva, creo que ha sido un corte de mangas a Putin como la copa de un pino.
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