martes, 24 de mayo de 2016

Mortadelo y Filemón: El tesorero



Sinopsis:
La aventura de Mortadelo y Filemón comienza cuando el responsable de economía del gobierno quiere disponer de dinero para gastos varios y descubre, horrorizado, que alguien ha robado los fondos de la tesorería del Partido Papilar.Se sospecha del tesorero del partido de gobierno, porque no aparece por ningún lado. Mortadelo y Filemón reciben el encargo del Súper de seguir al sospechoso para averiguar dónde ha ido a parar el dinero desaparecido.

La gente de mi generación estamos marcados por los tebeos de la editorial Bruguera preferentemente. Entre aquel maremágnum de personajes han perdurado Mortadelo y Filemón hasta nuestra época. He podido leer El tesorero, la última aventura de estos personajes.

Por el título se deduce que está conectado con la actualidad política y social de España, aunque los dos protagonistas, el superintendente de la TIA y Ofelia siguen siendo igual: con sus disfraces y sus peleas, sus ojos a la funerala, sus palizas de la que se recuperan de una viñeta a otra, sus viajes a la Conchinchina de una patada, sus sapos y culebras expulsados por la boca en bocadillos llenos de exabruptos gráficos. Aquí la misión es perseguir al tesorero del Partido Papilar, que no me digáis que no tiene su gracia el nombre.

Larga vida a Ibáñez y que siga haciendo un retrato a su manera de nuestra sociedad conectando con aquellos niños, ahora adultos, que crecimos con él.


1 comentario:

carolina dijo...

Es curioso el estilo de Ibáñez: por un lado sus personajes siguen viviendo en una España que en realidad no ha salido de los años sesenta o setenta: severas viudas con refajo, señores que se hacen los trajes en el sastre, policías de la vieja guardia reclamando "un respeto a la autoridad"... y por otro lado, se las arregla para reflejar algunos de los cambios que nos han ocurrido, como la organización de los mundiales de fútbol, las olimpiadas, la corrupción galopante (genial el número titulado "El atasco de influencias")...
Y me gusta mucho el uso que hace de los nombres, tanto comunes como propios. Por ejemplo, todavía recuerdo al "lagartijosaurio", un dinosaurio carnívoro, herbívoro y garbanzívoro... O el "pedrusconio", el metal más duro del mundo. Y qué decir de la Gran Duquesa Tatialagueña, cuyos diamantes fueron robados estando bajo custodia de nuestros dos agentes favoritos. O la empresa de autobuses "Borreguenturist", la línea regular (y tan "regular") que hacía el trayecto entre España y Alemania. O el trasatlántico "Queen Leovigilda", y así muchas cosas más.