Sinopsis:
Comienzos del
siglo XVI. Tras la muerte de Isabel la Católica en 1504 comienzan tiempos de
incertidumbre en los que se viven luchas de poder entre Fernando el Católico y
Felipe el Hermoso, cuya principal víctima fue Juana la Loca, hija de Isabel y
legítima heredera al trono de Castilla.
Esta película
sería el puente que enlaza las series Isabel y Carlos, rey emperador. El inconveniente
de las tramas históricas es que, a poco que se conozca el periodo en cuestión,
falla el factor sorpresa. El mérito radica, pues, en ser entretenida y bien
interpretada para salvar ese escollo. Creo que este es el caso. Rodolfo Sancho
se ha apropiado de Fernando el Católico y la joven Irene Escolar refleja la
pasión y la injusticia que sufrió la reina Juana. Fabulosos los secundarios
como Eusebio Poncela, Jose Coronado o Pedro María Sánchez. Por el contrario, el papel de
Felipe el Hermoso no me acaba de convencer, no sé si por cómo está tratado o
por el actor.
Da la impresión
de que cuenta con más medios que los productos televisivos, tanto en vestuario como en localizaciones exteriores
como las catedrales de Burgos y Toledo. Y se nota en el acabado. Con dinero,
turrón, que decimos en mi tierra.
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