Sinopsis:
Tras los sucesos de la primera parte acontecidos en el planeta Arrakis, el joven Paul Atreides se une a la tribu de los Fremen y comienza un viaje espiritual y marcial para convertirse en mesías, mientras intenta evitar el horrible pero inevitable futuro que ha presenciado: una Guerra Santa en su nombre, que se extiende por todo el universo conocido.
Me planteé ir al cine a verla, pero deseché la idea por dos razones: en primer lugar, porque encontraba un poco justo tiempo de ida y vuelta en el autobús, dada la duración de casi tres horas, más teniendo en cuenta que Pedro no está en condiciones de venir a recogerme en la furgoneta. Aun así, podría haberme arriesgado, pero... Aquí viene la segunda razón: un sábado por la mañana dediqué un repaso a la primera parte, para tenerla fresca, y la oí en versión original, de manera que conocí a papá Skarsgård y a Javier Bardem por sus voces, que no por su aspecto. Una vez terminada, me quedó palmario que no me despierta mucho entusiasmo, y que no sentía en absoluto el ansia viva de ir a verla. De modo que la descargué y la vimos en casa tranquilamente Pedro y yo. Sí, ya sé que no es igual ni mucho menos, pero era la opción más viable.
La calidad era más que aceptable, con el inconveniente de que estaba doblada al español latino pues no encontré copia en castellano ni en inglés. Se me hizo larga, lo confieso, e incluso más confusa que la primera parte, con la movida de las religiones fundamentalistas y las batallas. Menos mal que tardará un tiempo en salir la tercera porque, si tuviera que verla ahora, creo que la dejaría estar.
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