El tiempo entre costuras

 

Sinopsis:

Sira Quiroga, una modista arrastrada por el amor hacia un hombre al que apenas conoce abandona Madrid con intención de instalarse en Tánger meses antes del inicio de la Guerra Civil Española. Sin embargo, no pasa mucho tiempo hasta que la traición y el abandono se apoderan de la joven, quien se ve sola y acuciada por unas deudas que no son suyas. Decide trasladarse a Tetuán, capital del Protectorado español en Marruecos, donde con ayuda de amistades de reputación dudosa, forja una nueva identidad. Pone en marcha un selecto atelier que la servirá de tapadera de unos asuntos mucho más turbios y peligrosos. 

Siendo tan amante de los musicales, procuro ir a los que se representan en Alicante y no he visto en Madrid. Siempre y cuando mi salud y otras circunstancias lo permitan, que en diciembre me perdí Peter Pan por culpa de un rabioso resfriado.

Con mi hermana y mis amigas Loli, Leonor, Nati y Paqui fui el viernes 23 de febrero al Teatro Principal de Alicante a disfrutar de El tiempo entre costuras, basado en el libro de María Dueñas.

Huelga decir que de la novela no recordaba apenas nada pero sí tenía un poco más fresca en la memoria la serie, quizás por lo audiovisual.

Si las 640 páginas del libro necesitaron once episodios de más de una hora cada uno, la condensación en un musical de casi tres horas iba a ser complicada. De hecho, da por sentado que el espectador ha leído la novela o ha visto la serie, porque de lo contrario se perdería con lo rápido que se suceden los acontecimientos.

El reparto no cuenta con nombres mediáticos ni falta que le hace, pues todos cantan e interpretan de maravilla, además de ocuparse de mover los elementos de atrezo. Como un personaje más, el precioso vestuario diseñado por Lorenzo Caprile.