Sinopsis:
Ha pasado un año desde que Amaia Salazar resolviera los crímenes que aterrorizaron al valle del Baztán. Embarazada y decidida a dejar atrás lo vivido en Elizondo, la vida de la inspectora se ve de nuevo alterada por un suceso inesperado: el suicidio de varios presos que dejan una única palabra escrita en la pared de sus celdas, Tarttalo. Los peligros que Amaia creía haber dejado atrás regresan con más fuerza que nunca y la inspectora deberá enfrentarse a este nuevo caso en una vertiginosa investigación amenazada por la presencia de su propia madre.
La segunda parte de El guardián invisible (2017) de Fernando González Molina, adaptación de la Trilogía del Baztán, se estrenó coincidiendo con el ingreso de mi marido en el hospital, por eso no la vi en pantalla grande.
Como mi memoria no funciona a pleno rendimiento, la película no me aburrió, aunque iba recordando los acontecimientos según avanzaba el metraje.
Podría copiar la reseña de la primera entrega. Como novedad, me gustó la presencia de Imanol Arias como el enigmático padre Sarasola. No puedo decir lo mismo de Leonardo Sbaraglia como el juez Marquina, quizás me decida cuando vea la tercera parte, Ofrenda a la tormenta, donde su personaje tiene mayor presencia. Por cierto, que tendría que haberse estrenado en cines ya, de no ser por el maldito coronavirus que ha cerrado salas y no nos deja salir de casa. Ojalá pronto la podamos ver, señal de que ha vuelto la normalidad.
1 comentario:
Ojalá Conchi, esto pase pronto. Está segunda obra, tiene un interés muy definido 6 viene a complementar a la otra novela
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